Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– Save the Children denunció que en México el trabajo infantil es consecuencia de la inequidad y la falta de garantías a los derechos de los niños, como son el acceso a la salud, educación, alimentación, esparcimiento, vivienda, entre otros.
En el marco de la celebración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, la organización civil consideró como alarmantes los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los cuales revelan que en 2011 más de 3 millones de menores de 18 años realizaban alguna actividad económica.
Precisó que de acuerdo a los mismos datos, al menos 122 mil niños han sufrido algún accidente o enfermedad relacionada con el trabajo y 168 mil trabajan en lugares no apropiados.
Por ello, hizo un llamado a las autoridades mexicanas para adoptar las medidas necesarias para reducir las brechas de inequidad entre niños, niñas y adolescentes.
“Aunque en ocasiones el trabajo es una decisión que los niños, niñas y adolescentes (NNA) ejercen libremente; en general, esta actividad también es consecuencia del contexto de inequidad en el país, caracterizado por la falta de garantías a los derechos humanos de la infancia y la adolescencia tales como el acceso a la educación, salud, alimentación, esparcimiento, vivienda, entre otros”, denunció.
Y agregó: “Save the Children hace un atento llamado para que el Estado adopte, además, medidas suficientes para reducir las brechas de inequidad entre las distintas poblaciones de NNA que generan ésta y otras problemática”.
Dijo que el trabajo infantil también debe entenderse como una consecuencia del incumplimiento del Estado para cubrir sus necesidades fundamentales. “Estas actividades deben desarrollarse en un ambiente de protección y regularse”.
“Todo tipo de explotación o abuso contra la niñez y la adolescencia, así como las formas de trabajo peligrosas e insalubres, deben ser erradicadas con carácter de urgencia”, agregó.
En este contexto, el organismo internacional pidió al Estado mexicano la creación de un Sistema Integral que coordine los esfuerzos federales para garantizar plena y universalmente los derechos de los menores.
Asimismo destacó la importancia de “fortalecer la implementación efectiva de los derechos contemplados en la Convención sobre los Derechos del Niño, convenios de la OIT, legislación nacional, entre otros estándares, a efecto de reducir al máximo la inequidad y garantizar plenamente su desarrollo y calidad de vida”.
La organización dedicada a la protección de la infancia y a la defensa activa de los derechos de los NNA, solicitó la protección para los niños y adolescentes trabajadores, quienes deben entenderse como parte del incumplimiento del Estado para cubrir sus necesidades fundamentales, señaló.
Ayer, Mauricio Padrón Innamorato, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, consideró que la reducción en el número de niños que trabajan en México no ha sido significativa porque no se han incorporado medidas jurídicas para erradicar y combatir el trabajo infantil, “por ello es necesario sensibilizar a la gente sobre el problema para poder generar un cambio”, dijo.
“No sólo se trata de una cuestión legal, porque esta prohibición existe en la Constitución Mexicana de 1917; el problema es más complejo, pues tiene raíces culturales, sociales y económicas profundas. Muchas familias envían a los más pequeños a laborar porque no cuentan con ingresos o dinero suficiente para sufragar gastos”, declaró el catedrático.
Explicó que aun existe en la población la idea de que el trabajo infantil ayuda a formar hábitos para la edad adulta y existe la creencia de que los niños no tienen capacidad para decidir nada y toda la responsabilidad queda en manos de los padres.
Padrón también urgió al Estado para que tome un papel más activo en la vigilancia de los menores de edad para garantizar el respeto pleno de sus derechos, “es necesario, además de la implementación de campañas, el diseño de políticas públicas integrales que brinden los elementos necesarios para que los niños no tengan que integrarse a la fuerza laboral”.
Para contribuir a eliminar estas conductas en el país, no sólo se necesita publicidad, también diseñar y poner en práctica políticas públicas integrales que brinden los elementos y mecanismos necesarios para que los padres no se vean obligados a integrar a los menores a la fuerza laboral.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por el INEGI la participación en actividades laborales se presenta mayormente en el grupo de adolescentes de 14 a 17 años, pues del total de niños que trabajan 72.8% pertenecen a este grupo de edad, por otra parte tres de cada 10 (27.2%) se encuentran en edades de 5 a 13 años.
“Los motivos que impulsan a los niños al trabajo pueden ser de distinta naturaleza, no obstante, la situación económica de su hogar suele ser uno de los factores de mayor importancia, ya que 27.9% de la población infantil de 5 a 17 años ocupados declaró que trabaja porque su hogar necesita de su trabajo, 25.5% lo hace para poder estudiar y cubrir sus propios gastos, 15.5% para aprender un oficio, en tanto que 13% buscan contribuir con el ingreso de sus hogares”, dice el reporte del Instituto con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemoró este día.
